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CONSIGUE MAYOR EFICIENCIA EN LA OFICINA


Aprendendamos a reconocer los malos hábitos de productividad que tenemos para desarrollar algún tipo de disciplina que las contrarreste. Por lo general las más comunes son:

1.  Acumulación de documentos
Este es uno de los más comunes y la más fácil de detectar, ya que siempre encontrarás encima de tu escritorio documentos que están para ser revisados. O sino tu corcho o la pantalla de tu monitor llena de post-it de cosas que siguen pendientes.

2. Planificación escasa
Si en la empresa donde laboras no cuentas con una lista de chequeo para actividades diarias, semanales y mensuales, estás trabajando sin dirección y enfrentas una desorganización en el fluir de tus tareas.


3. Delega un poco
Hay un secreto que dicen que para hacer más es hacer menos pero mejor. Quiere decir que debes delegar o empoderar a alguno de nuestros colaboradores para que te ayuden en las actividades del día a día. No siempre es posible realizar este tipo de asignación, pero sí llegar a acuerdos con compañeros para compartir tareas y de la misma forma ayudarlo a resolver situaciones que para ellos sean complicados. Se llama trabajo en equipo. Si aplicas el compañerismo, es probable que tengas más tiempo de descanso después de tu hora de almuerzo.

4. Celular y redes sociales
Antes este enemigo no existía, en cambio ahora es algo muy común. Si bien es una herramienta muy útil de trabajo y fuente de ideas creativas, también puede ser una distracción innecesaria. Te has preguntado cuántas veces miras el celular para revisar tus redes sociales.  La respuestas que obtengas te dirá si tu dispositivo de comunicación se ha transformado en un obstáculo.

5. Interrupciones constantes desde afuera
A quien no le ha pasado que estando en clases o en medio de cualquier otra cuestión, te ha llamado o escrito algún amigo a contarnos cualquier suceso. No somos máquinas ni debemos perder nuestra vida personal, pero evalúa si te desconectas demasiado de tu trabajo por atender asuntos personales. Fija un tiempo en el cual puedas estar disponible y determina qué es realmente una emergencia que requiera de ti. Te darás cuenta que las emergencias no son tantas, después de todo.

Celular y redes sociales

Una vez que reconociste a estos enemigos de la productividad, vamos a hacer todo lo necesario para revertir estos hábitos que terminan desgastándote demasiado.

Fuente: oportunidadesec

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